Flujo sanguíneo para diálisis renal
Antes de que puedan comenzar los tratamientos de diálisis renal, los médicos deben crear un sitio donde la sangre pueda fluir tanto dentro como fuera del cuerpo del paciente. Al insertar un pequeño tubo (derivación) en un vaso sanguíneo, llamado derivación venosa arterial, crean una conexión artificial entre una vena y una arteria.
La derivación a veces se estrecha o se bloquea, lo que dificulta el flujo sanguíneo. Cuando eso sucede, los radiólogos intervencionistas pueden corregir este problema utilizando una máquina de ultrasonido y una aguja pequeña. Primero inyectan tinte en la derivación y luego observan una imagen de rayos X en una pantalla para ver si hay un estrechamiento en la derivación o en las venas.
Si se encuentra un estrechamiento, se realiza una venoplastia. Este procedimiento es similar a una angioplastia en la que se infla un globo pequeño y se desinfla varias veces para despejar la vena de la obstrucción.