Las venas varicosas en la región pélvica

Hay una variedad de causas del dolor pélvico crónico, pero para algunas mujeres puede ser causado por venas varicosas en la región pélvica, una condición conocida como síndrome de congestión pélvica.

Las venas varicosas en la pelvis se desarrollan cuando las válvulas en las venas se debilitan y no se cierran correctamente. Esto permite que la sangre fluya hacia atrás y se acumule en la vena, causando abultamiento y dolor.

Para obtener más información sobre los procedimientos de radiología intervencionista, llame al 941-745-7217.

Síntomas del síndrome de congestión pélvica

Las mujeres con síndrome de congestión pélvica suelen sentir dolor al estar de pie, pero no al acostarse. Otros síntomas incluyen:

  • Un dolor sordo y doloroso en la parte inferior del abdomen y la parte baja de la espalda que aparece después del coito, durante sus ciclos menstruales, después de estar de pie y durante el embarazo
  • Los signos relacionados incluyen una vejiga irritable, sangrado menstrual anormal, flujo vaginal o venas varicosas visibles en la vulva, glúteos o muslos

Diagnóstico y tratamiento del síndrome de congestión pélvica

Los médicos pueden diagnosticar el síndrome de congestión pélvica mediante las siguientes pruebas:

  • Venografía pélvica: Los radiólogos intervencionistas realizan un venograma inyectando un tinte en las venas de los órganos pélvicos para que sean visibles durante una radiografía. Los pacientes son examinados en una pendiente porque las venas que se examinan a menudo disminuyen de tamaño cuando una mujer está acostada.
  • Imágenes de Resonancia Magnética (MRI): Las imágenes que proporcionan una vista detallada de los vasos sanguíneos pélvicos específicos se pueden utilizar para diagnosticar esta afección.
  • Ultrasonido pélvico y / o transvaginal: Proporciona vistas de la cavidad pélvica y las venas (no es efectivo a menos que la mujer esté de pie para la prueba).

El tratamiento a menudo consiste en un procedimiento ambulatorio para cerrar las venas varicosas en el área pélvica. Aunque el dolor se reduce, las venas vuelven a la normalidad y, en algunos casos, otras venas pélvicas pueden verse afectadas y pueden requerir tratamiento adicional.